Uno de los mecanismos susceptible de producir precipitaciones es el relacionado con las montañas (lluvias orográficas). Los vientos dominantes u otras masas de aire en movimiento pueden forzados a elevarse sobre cordilleras.
A medida que el aire se eleva a barlovento de la cordillera, se enfría según el gradiente adiabático (0,65º/100m). Si el enfriamiento es suficiente, se producirá precipitación. Después de pasar por encima de la cumbre de la montaña, el aire empezará a descender por la ladera de sotavento de la cordillera.
Entonces experimentará un calentamiento causado por el mismo proceso adiabático (1º/100m), y no teniendo fuente alguna de la cual recoger humedad, se hará muy seco y más cálido que antes. En la ladera de sotavento de la cordillera puede existir a menudo una franja de clima seco, denominado sombra pluviométrica. Algunos de los desiertos más importantes del globo son de este tipo.
Así los vientos foehn (en Europa) y chinook (en el noroeste de Estados Unidos), cálidos y secos, se producen a sotavento de una cadena montañosa. Anteriormente, a barlovento se han producido las lluvias orográficas (chubascos intensos y tormentas) producidas por el ascenso forzado de aire inestable al pasar por encima de la barrera de montañas.
Strahler, Arthur (1984). Geografía Física. Barcelona: Ediciones Omega.
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